Estado mental (Mindset). Escrito por Carol S. Dweck (2007)


Pocas cosas nos ayudan más a recorrer nuestras vidas con gratitud, que entender las diferencias entre los estados mentales fijos o los de crecimiento. La manera en la gestionamos la flexibilidad de nuestros estados mentales, puede convertirse en fundamental para interpretar y hacer frente a la realidad.

1.      Los estados mental se forman aunque creamos que podemos aprender o no. ¿Qué hay de nuestras habilidades físicas e intelectuales? ¿Son capacidades rígidas o plásticas? ¿Cómo y por qué se combinan? ¿Qué produce en nuestros cuerpos y estado de ánimo cuando el ingenio mental se combina con el físico? El estudio sobre la naturaleza de los estados mentales es un campo fertil minado de interesantes preguntas. Sin embargo, ahora sabemos qué, además de tener disposición mental, resulta imprescindible dedicar tiempo a las prácticas que directa o indirectamente alimentan nuestros momentos de creatividad. En conjunto, cada uno de los estados mentales que experimentamos, conforman la base de nuestras creencias. Las personas con un estado mental fijo (EMF) creen que nacieron con cualidades para unas cosas y no para otras. Mientras que las que tienen un estado mental de aprendizaje, pueden avanzar en cualquier faceta. Durante el EMF, estamos esperando que pasen las cosas sin trabajar por ellas. Mientras que en el estado mental de crecimiento (EMC) nos sentimos invadidos por la sensación de que cada situación está dictada por nuestras acciones. El EMF nos protege, pero al mismo tiempo nos aísla. Mientras el EMC nos enfoca en el proceso, en las experiencias. Nos invita a no pensar en términos extremos. En muchos casos, la práctica de este estado mental, terminara por formarse un hábito, permitiéndonos acumular muchos de estos momentos (capitalizando nuestros instantes de crecimiento y brillantes mental), acercándonos más a nuestra autorrealización o propósitos.

 

2.      Las cualidades o habilidades están escritas en piedras para las personas con un EMF. Bajo un estado menta fijo, solo se piensa en blanco y negro. Para romper esa mentalidad el enfoque debe estar orientado hacia replantearse la actitud de autojuzgarse. Cuando nuestra personalidad esta varada. Un desliz puede ser suficientes para ser jugado como fracasado eternamente. Un estado mental de crecimiento, se asocia con la capacidad de poder adoptar un interés por crecer hacia nuestro potencial, mediante la práctica y el fracaso ocasional para poder avanzar. Las personas que practican el EMC con frecuencia, resultan en sus relaciones personas incentivadoras y cuando les toca lanzar los dados en los juegos, se disponen en priorizar su energía por el bien del equipo. Para poder cultivar esta predisposición, resulta provechoso tener siempre en cuenta que el crecimiento y el desarrollo personal solo son posibles en estado mental de aprendizaje. La idea es poder pedir retroalimentación, y evitar verse cegado por el ego. Partir de la consigna que no importa la fuente sino el conocimiento en sí mismo. En él, se esconde la veracidad del remitente, por lo que teniendo acceso al conocimiento, podremos ver si es falso o verdadero para nuestro sistema particular de creencias y valores.

 

3.      Las personas con EMF buscan aprobación, mientras que las personas con EMC el crecimiento. Aunque esto resulte una obviedad, tales aseveraciones esconden destinos diametralmente opuestos y dictan como manejamos nuestras acciones durante el desarrollo de los acontecimientos cotidianos. Para ejemplificarlo, podemos ver el ejemplo de la Compañía Chrysler, la cual posee como lema: dirigida al bienestar de los compañeros, brindándole un trampolín para estar continuamente revisando y mejorando la condición de los empleados y sus clientes, exigiéndoles adoptar una dinámica comercial de constante retroalimentación y crecimiento. Po su parte, alimentar un EMF se asocia con mostrarse como el ganador y líder de un sector, sin importar el hecho de crecer. Louis Vincent Gerstner Jr. (director general de IBM entre 1993-2002), trato de cambiar el enfoque individual de la empresa, rompiendo con las jerarquías y recompensando a los compañeros que se apoyaban entre sí. El desarrollo compartido fue la clave. En el EMF se busca la aprobación mientras que el de crecimiento busca el desarrollo (sacrificándose a sí mismo por el bien del entorno). Dejar de jugar a los roles del héroe y poner por delante a los que nos rodean, es una manera de incentivar el EMC.

 

4.   En un EMF se ve los fallos como desastres, mientras que en el EMC se ve como oportunidades. Las experiencias del golfista Sergio García, que culpaba a todos durante las malas rachas, podría emplearse como una referencia bastante conocida del EMF. Al desquitarse con sus ayudantes, aficionados e incluso familiares, lo que hacía era dejar que un solo fracaso definiera o menos preciara todos los triunfos previos, perdiendo la capacidad de fomentar su juicio y razón. En general, esta conducta, nos lleva a decidir abandonar rápidamente las autocriticas, alimentando creencias sesgadas y mezquinas que terminan por sumirnos en ego. Incluso la superestrella del baloncesto, Michael Jordan, paso por esta etapa. Pero practicar las etapas en las que más solía fallar (tiros libres por ejemplo), lo llevo a tener la mejor efectividad al encestar. Su humildad y la práctica para la mejora continua, fueron la clave.

 

NO BUSQUEMOS A QUIEN CULPAR. SOLO HAY QUE BUSCAR COMO SUPERAR NUESTRAS DERROTAS

 

 

Comentarios

Entradas populares